miércoles, 30 de marzo de 2011

CONTROL

Aborregados, creemos como estúpidos en la libertad de expresión y de pensamiento, una ilusión óptica dentro del escenario de la vigilancia.  La sociedad de la vigilancia, libertad de plástico. Cada paso que damos está previsto y queda registrado. 

Los medios son los instrumentos para lograrlo. Configuran nuestro imaginario, nos configuran la mente. Qué pensar. Cómo pensarlo. Lo que conocemos de nuestro alrededor, lo conocemos a través de los medios, predeterminados, dirigidos, sesgados. "¿Esto debe interesar? ¿Esto nos interesa que interese?". Aquello que los medios de comunicación masivos no reportan, no se sabe. Nunca. Muere. No existe excepto para unos pocos. La cultura, también dirigida. Música que para venderse debe pasar la criba de los magnates de las discográficas. Libros que para ser editados deben pasar la criba de los magnates de las editoriales. Obras de teatro que necesitan financiación y para la financiación una asistencia segura del público. Lo demás no llega, tampoco. También muere. Tampoco existe. 

Dinero, dinero. Más dinero.

Por si algo falla, por si alguien se escapa del camino, nos vigilan. Satélites. Direcciones IP. Números MAC. Números de serie. Tarjetas de crédito. Contratos. Pasaportes. DNI... Todo queda registrado, cada paso que das, cada movimiento que haces. Registrado. Grabado. Archivado.

Existen al menos 200 casos demostrables de errores en condenas por violación en Estados Unidos. Aún así, un archivo abierto al público permite identificar cuántos violadores se encuentran en x kilómetros cuadrados. Tan sólo debes escribir el nombre de una calle y aparecen. Sus nombres. Sus apellidos. Sus condenas. No importa que puedan ser inocentes. Es suficiente que estén asegurados en el perímetro.

Julien Assange es testigo de lo que ocurre si sobrepasas los límites. Rebelarse es perder. Alineadores que hacen imposible la alienación. En el mismo instante que alguien burla las barreras de la cárcel se activan las alarmas del mecanismo, y los cancerberos acuden a amordazarlo. Nada parece tener que ver. Todo tiene que ver. Todos.

CONTROL.

Son las cuatro de la tarde. Agosto. Vas solo por la calle y escuchas música. Te sacas el trozo de carne que te molesta de la muela con el dedo. No hay nadie, ¡qué más da!. Y cantas alto, todo el mundo duerme la siesta. Te sientes libre en ese espacio de soledad e intimidad.

¿Seguro? Echa un vistazo sobre tu hombro. A esa cámara del banco de la esquina o la del comercio de tu derecha, a la de la farmacia, a la del edificio de oficinas, a la del bloque de pisos...

Cuidado con lo que haces o piensas. Siempre habrá alguien mirando.

VIGILADOS. VIGILADOS. VIGILADOS. VIGILADOS. VIGILADOS.VIGILADOS.VIGILADOS. VIGILADOS.VIGILADOS

lunes, 28 de marzo de 2011

Nanas para NO dormir, y escuchar...


Leí hace poco una entrada de "el abismo te devuelve la mirada" y me acordé de mi infancia y de todas esas canciones que mi padre me cantaba para dormirme. No las entendía entonces, hablaban de revoluciones extrañas, de libertad robada, de futuro por el que luchar, de sueños posibles e imposibles... Cuando ya fue tarde para cantarme nanas, y dormía sin ayuda, se quedaron estancadas en mi memoria durante unos años.
Después, con diecimuchos, aparecían por casualidad en algún programa, alguna radio o algún disco de un amigo y se instalaba en mí la misma sensación de paz y protección-reminiscencia de la niñez, supongo-. Hoy las he querido recordar, al menos las que más me han marcado, ésas que aún me ponen la piel de gallina. No sólo son canciones, forman parte de la historia de este país. Me he propuesto sabérmelas de memoria. Algún día, yo las cantaré a mis hijos.

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 y 11 

sábado, 26 de marzo de 2011

¡Con la Iglesia hemos topado!


 Cuando leí la "noticia", no daba crédito..

"PROFANAN"

Joder, ¡qué miedo! Parecía que el mismísimo Lucifer iba a aparecer de un momento a otro para arrancar cabezas de cuajo o empujar a los pecadores al infierno. Da grima, las cosas como son.

"LA DEPRAVACIÓN Y EL MAL GUSTO" sigue...

Supongo que para los ultracatólicos depravación es enseñar las tetas. Sí, eso parece. Para mí depravación es que estos individuos no den la cara con la palabra depravación tatuada en los labios y en letra mayúscula cuando se da un caso de pederastia en las filas clérigas. Pero, claro, como todo, cuestión de opiniones...

El caso es que se ha armado un follón por una gilipollez. En plena revolución africana y hay gente que se preocupa por nimiedades -como yo, sin ir más lejos-. Continué leyendo y llegué a la parte de "cuenta que dos de las gamberras, ya sin ropa, «hicieron alarde de su tendencia homosexual»."

Ahí ya sí que me entró el pánico. Ojo a cómo se une de un modo subyacente la homosexualidad con el gamberrismo. Por descontado, una afirmación semejante NO ES EN ABSOLUTO UNA DEPRAVACIÓN. Dios nos libre de los gays y lesbianas, Amén.

Pero, sin lugar a dudas, lo que me corroyó por dentro fue lo que sigue: "Esto es un atentado contra la libertad religiosa, un sacrilegio". A mí, cada vez que se habla de libertad religiosa me entra una especie de escalofrío. De por sí, el término es contradictorio. Cada vez que un fiel a una religión pronuncia libertad religiosa, en realidad se refiere sólo y exclusivamente a su religión. Si ponen una mezquita en no sé dónde, es que los moros nos están conquistando y se niegan a integrarse. ¡Putos moros! Pero si unas lesbianas enseñan las tetas, es un atentado contra la libertad religiosa.

No, señores, NO.

Respeto todas las religiones, cada cual que crea lo que le dé la gana y le haga feliz. Sin embargo, dentro de la educación, no cabe ninguna creencia religiosa. Muy bien que la mora lleve el burka a clase, el cristiano la cruz en el pecho y el budista, si quiere, una túnica naranja butanero. Igual que me parece DE OBLIGADO CUMPLIMIENTO que ninguna atea pise una Iglesia con un escote hasta el ombligo y ninguna católica pise una mezquita sin velo. Si te adentras en un espacio religioso, hay que acatar las normas. Por respeto, no por religión.

Pero un espacio dedicado a la educación no es un espacio religioso. Es un espacio para la educación. Acotar parte de sus dimensiones para la religión se traduce en una invasión. Porque la educación debe ser siempre laica, aconfesional. Siempre. Sin excepciones. Los organismos responsables no deben permitir la incursión de la religión en la educación. De hacerlo, se ligan dos términos muy muy peligrosos cuando van de la mano: Creencias y Cultura.

El poder de las religiones y el monopolio de la cultura han sido los que ha creado las sociedades más manipulables y débiles. Históricamente ha sido así, es un hecho innegable. La enseñanza tendría que ser universal, una enseñanza abierta e imparcial, donde cualquiera que entrase disfrutase de un lugar y un sitio.

Una capilla en una universidad -pública o privada, da lo mismo. Tampoco en colegios- es un gesto discriminatorio. O bien se incluyen lugares de oración de todas las religiones, para conseguir una representación de cada una de ellas, o se extirpa de una maldita vez este coletazo de involución social. Incluir una sí y otras no es una exclusión. Lo miren por donde lo miren.

Pero claro, válgame el cielo si a los moros les diese por construir una mini mezquita en la Complutense. Apaga y vámonos. Primero desembarcan en España, nos quitan espacio vital y luego pretenden rezar a nuestro lado.

Se armaría la de Siria -o Libia, o Egipto, o Jerusalén-.

Ya sé lo que me van a decir algunos. Que mi cultura es católica, que la cantidad de católicos en España es mayor. Vale, bueno, ¿y qué? Avanzamos hacia la multiculturalidad, es un camino que no tiene retroceso. Desde que el hombre es hombre ha viajado, ha emigrado, ha mezlcado razas, religiones y culturas. Véase, por ejemplo, como en la África Subsahariana los mitos ancestrales se difuminan con las religiones coloniales. No podemos seguir dando la espalda a una necesidad social: la religión apartada del estado y la educación para conseguir un mundo de menos guerras. A nosotros, por lo general, nos parece de puta madre la interacción de religiones siempre que sea la nuestra la que exportamos. No ponemos pegas cuando las monjitas y los curitas van a África, porque van a ayudar, por supuesto. MENTIRA. Van a exportar un modelo religioso, van a conquistar el mundo, crean allí escuelas donde les enseñan en qué Dios creer. Lo peor de todo es que lo hacen bajo la máscara de la SOLIDARIDAD. Si fuesen realmente solidarios, ayudarían sin exigir un compromiso religioso de trasfondo. La solidaridad, el altruismo, no es un proceso interactivo. Es generoso, no pide nada a cambio -no debería-.

Hace poco, un amigo me dijo que mis vacaciones -de navidad, semana santa, días festivos- iban por el calendario católico, que ahí estribaba una prueba fehaciente de que no puedo negar mis raices. Aprovecho para contestarle que se equivoca. Esas fechas fueron aceptadas durante el Concilio de Nicea, cuando el cristianismo se legitimó y dejo de ser perseguido. Eran fechas paganas que continuaron en la nueva religión con el fin de no descontentar a la población. Otra pureba más de que la religión, lejos de una simple creencia, también ha sido una importantísima herramienta política.

Si enlazamos religión y educación, si criamos a las generaciones dentro de ese concepto, la religión siempre se podrá usar como excusa para guerras, como argumento para un ataque, como símbolo de algo que está amenazado y que se debe defender. Por eso está así Jerusalén, por eso exite también Hamas, por eso ocurrió el Holocausto nazi, por eso se comprende en pequeños círculos, poco cultos y muy engañados, la misión divina de Al-Qaeda. Los líderes de estas facciones saben perfectamente que sus actos no tienen que ver con la religión; pero los que los apoyan, el pueblo que sufre, sigue y cree en ellos detrás, lo desconocen. Su razón sin razón es la religión, algo contra lo que no es posible luchar, algo intangible. LA FE.

No existe nada tan peligroso y más invencible como un enemigo etéreo.

Cuidado con la religión y el fundamentalismo. Cuidado con los extremismos. Cuidado incluso con las nimias manifestaciones de ello.

La depravación alcanza su punto más álgido cuando se excluye a otros en nombre de Dios -el que sea-.

miércoles, 23 de marzo de 2011

De color, sí, pero de color NEGRO

Mi novio no es de color, ni tampoco moreno. Morena soy yo, sobre todo en verano. Mi novio es NEGRO. Un negro de toda la vida. NEGRO. Yo lo llamo negro y él me da un beso con sus labios de negro. A mi ex compañero de piso yo lo llamaba MORO. Le decía: "Mira el moro éste", y él se reía. Porque era evidente que, viviendo con un NEGRO -al que me follaba- y un MORO, no podía haber connotaciones racistas en ninguna de mis expresiones. Sería de imbéciles pensar eso. 

Mi madre, además, no es una médica. Que no dudo yo que la mujer medica a sus pacientes, es una profesional como la copa de un pino. Pero mi madre es MÉDICO. O. Igual que yo no fui una adolescentA y mi hermano un adolescentO cinco años antes que yo. Tampoco el vecino del al lado es un taxistO. 

Lo que hay montado en Libia no es un conflicto armado. Conflicto es lo que yo tengo con el armario cada vez que salgo por la noche. Aún el armario no me ha lanzado ninguna bomba, no, al menos, una que de la que yo me haya dado cuenta. Así pues, lo de Libia es una GUERRA. Y no va a ser menos guerra por suavizarlo llamándolo conflicto armado.

Una zona de exclusión aérea no significa que unos amables señores rodeen un precioso cachito de cielo con lacitos rosas. Una zona de exclusión aérea es que un grupo de mandamasés ha decidido pegarle petardazos a todo aquel que sobrevuele un territorio, sin importarles que los que conduzcan los aviones sean los que están provocando una GUERRA o unos pobres enviados a los que les han jodido la vida a través de unas órdenes arbitrarias.

 Daños colaterales no quiere decir que el bien absoluto que han ido a hacer unas cuantas personas se ha visto levemente manchado por algunos fallos; significa que en una maniobra han matado a no sé cuántos inocentes que no tenían nada que ver. 

El famoso ERE -Expediente de Regulación de Empleo- no se efectúa cuando los directores de las empresas deciden regular los papeles de sus trabajadores inmigrantes -NEGROS O MOROS- un día que se despierten de buen humor y con la honestidad rondándoles la cabeza. No. Un ERE, por más que nos pese, se suscede cuando dichos directores despiden a gran parte de su plantilla de trabajadores. 

Podemos ponernos a lanzar eufemismos a diestro y siniestro. Podemos dejar de llamar a las cosas por su nombre. Y podemos fingir que está de puta madre usar un lenguaje políticamente correcto. Pero, de todos modos, le demos las vueltas que le demos, el mundo va a ser el mismo y la realidad va a ser la misma. 

Mi novio seguirá siendo negro y habrá racismo, lo llamen negro o marrón oscuro. Mi excompañero de piso es moro, y habrá gente que lo odie sólo porque no entiendan su religión, aunque lo llamasen musulmán. Mi madre, es y será un médico. Mi vecino es taxista. Lo de Libia es una guerra muy vergonzosa y matar a los pilotos de los aviones no es un daño colateral, es una putada para ellos y para sus familias. Y hay casi cinco millones de parados en España debido a que la economía capitalista tiene fallos por todos lados y nos ha tocado la peor parte.

Estamos hasta involucionando en la lengua con esta tontería del lenguaje "correcto". Vamos a entendernos, señores. Hablemos con propiedad, que parecemos subnormales.

martes, 22 de marzo de 2011

Nosotros y ellos

Cuando nos quejamos de los moros, o los negros, o los sudamericanos, o, en definitiva, cualquiera que no comparta nuestras bases sociales, siempre solemos recurrir a "los derechos humanos" y "la democracia". Nos llenamos la boca pronunciando estas palabras, nos hinchamos como globos, orgullosos de ser el estandarte de la humanidad.

Que si los moros y los burkas, que si los negros y el hambre, que si los sudamericanos y la corrupción...

BLA BLA BLA. El mismo discurso en los labios de todos los europeos y norteamericanos.

"¡Qué grandes somos!" nos decimos los unos a los otros, pavoneándonos, al tiempo que señalamos desde nuestra cómoda postura a aquellos que juzgamos.

Todo lo que no sea igual que nosotros es malo. Porque tenemos los derechos humanos, oiga, y fuimos los primeros en implantar la democracia. "Nosotros elegimos", decimos en las tertulias. "Nosotros decidimos, el pueblo, que votamos".

BLA BLA BLA...

Creo que deberíamos hacer un examen de conciencia. Creo que se nos está quedando obsoleto y grande el discurso. Pretendemos asemejar el resto del mundo a nosotros, hacerlos iguales. Lo peor es que pensamos que nos merecemos ser ejemplo de algo.

Estamos en el Siglo XXI y seguimos solucionando problemas de fondo a cañonazos -lo llamamos "estar a la altura", según Zapatero-. Nos quejamos de los del burka, sí, de sus dirigentes y los terroristas, pero somos incapaces de ver que la incultura y la sociedad atrasada es el origen del fanatismo, y que NOSOTROS consentimos y promovemos ese fanatismo desde el mismo momento en que establecemos lazos económicos con los mismos a los que criticamos.

Es muy sencillo señalar con el dedo, llevarse cincuenta años comerciando con hijos de puta que controlan y empobrecen un país que, en función de sus recursos, debería ser más rico que nosotros, y luego dar la voz de alarma y enviar aviones a que lo maten cuando éstos empiezan a patalear.

"¡Un escándalo! ¡Qué cabrón!" gritamos, horrorizados.

Pero, no se engañen, señores. Es un cabrón ahora y lo era también hace cuarenta años. ¿O acaso Zapatero ignoraba de que Gadafi era un dictador? Desde luego, dada la reacción del gobierno, cuando le vendimos armas parecía que nuestros políticos ignorasen que lo era.

¿Es éste el modelo social que queremos exportar? ¿En serio pensamos que tenemos la legitimidad de dar ejemplo a otras sociedades?

La diplomacia, la democracia, los derechos humanos... Son disfraces con los que nos vestimos para disimular la verdadera cara de nuestra realidad. DISFRACES.

La población dice que NO A LA GUERRA y los políticos se lo pasan por los huevos. Porque allí hay petróleo, porque NOS CONVIENE, porque es una OPORTUNIDAD, no una guerra.

¿Eso es democracia, que se nos desoiga? ¿Tan diferentes somos nosotros y ellos?

Yo sé cómo es este mundo ahora, y es una mierda. Sin embargo, si todos nos imitasen, sería la misma mierda, pero apestaría más. Es una puta ironía, más que merecida, que Gadafi amenazase con atacar en el Mediterráneo apuntándonos con las mismas armas que nosotros le fabricamos y vendimos. Una cura de humildad, una lección de la que deberíamos aprender.

¿Somos ejemplo de qué?

lunes, 21 de marzo de 2011

El amante de la China del Norte -Marguerite Duras-


Este libro es una joya de ésas que hay que tener siempre cerca. A pesar de su título, ni es romántico ni ordinario. Es, sencillamente, magistral.
Mezcla de literatura y guión cinematográfico, de cortas imágenes impactantes, ambientación mágica y renovador argumento, Duras consigue extraer los sentimientos más contradictorios y darles un equilibrio. Mediante diálogos significativos, simbólicos y metafóricos, lo peor del corazón se hace bello en esta corta novela. Una visión sexual, sensual, abierta, delirante y cruda del amor, la juventud y la cultura. Un libro que es necesario para todos.

Fdo: Picasso

Pintar como los pintores renacentistas me llevó unos años; pintar como los niños pequeños me llevó toda una vida.

Nanase Minamino

Nanase Minamino
1. La vieja que me alimentó
2. Dejad que los niños se acerquen a mí

Nanase Minamino es el nombre artístico de Elena. Fue mi compañera en el colegio y, tengo que decir, desde prescolar sintió una adictiva atracción por la pintura. Elena lo pintaba todo, siempre, mejor que nadie. Pero, claro, esto es como cualquier cosa. Gente que pinte bien hay a porrones. Unos trazos, una técnica, un estudio de colores, y ya está, se convierte en un dibujo visualmente aceptable.
Sin embargo, Elena tuvo -y tiene- una virtud que pocos  -por no decir ninguno- disfrutábamos, la del artista en potencia; el dibujo inyectado directamente en su cerebro como una forma inherente de expresión. El lienzo en blanco es su mente en el kilómetro cero, las paletas y pinceles son las vías de pensamiento, el resultado, el destino final, es una idea. 
Con un punto casi sádico en algunas de sus obras, o con un toque humorístico, crudo, sarcástico o, incluso, romántico. Da igual. Consigue despertarnos. Todo en ella es una fábula magistral, base desgarradora de la puta ironía de este mundo.

Sin título -Helena con H-

He visto una rata muerta,
en la calle,
yacer boca abajo
como un humano cualquiera.
El aplastador de hormigas
 Helena con H

Bea Sánchez

Bea Sánchez

No olviden este nombre: Bea Sánchez
Con 24 años ya está nacionalmente reconocida. Tuve la tremenda suerte de hacerle una entrevista hace un año y la mala fortuna de que mi jefa no me dejase  entrevistarla en persona. Algún día, si ella me concede de nuevo el privilegio, querré tomarme un café con ella -o quinientos- .Es tan acertada en las palabras como con un lienzo y un pincel. Más pronto que tarde, estará en boca de todos...

  

domingo, 20 de marzo de 2011

Fdo: Henry Miller

El día en que la mierda se vuelva valiosa, los pobres van a nacer sin culo.





A Desolate Shore -William Ernest Henley-

    A desolate shore,
The sinister seduction of the Moon,
The menace of the irreclaimable Sea.

Flaunting, tawdry and grim,
From cloud to cloud along her beat,
Leering her battered and inveterate leer,
She signals where he prowls in the dark alone,
Her horrible old man,
Mumbling old oaths and warming
His villainous old bones with villainous talk -
The secrets of their grisly housekeeping
Since they went out upon the pad
In the first twilight of self-conscious Time:
Growling, hideous and hoarse,
Tales of unnumbered Ships,
Goodly and strong, Companions of the Advance,
In some vile alley of the night
Waylaid and bludgeoned -
Dead.

Deep cellared in primeval ooze,
Ruined, dishonoured, spoiled,
They lie where the lean water-worm
Crawls free of their secrets, and their broken sides
Bulge with the slime of life. Thus they abide,
Thus fouled and desecrate,
The summons of the Trumpet, and the while
These Twain, their murderers,
Unravined, imperturbable, unsubdued,
Hang at the heels of their children--She aloft
As in the shining streets,
He as in ambush at some accomplice door.

The stalwart Ships,
The beautiful and bold adventurers!
Stationed out yonder in the isle,
The tall Policeman,
Flashing his bull's-eye, as he peers
About him in the ancient vacancy,
Tells them this way is safety--this way home.

Insomnio -Dámaso Alonso-

  INSOMNIO
Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?

Miquel Marti i Pol

El año que viene ya nadie se fijará en nosotros...
 
El año que viene ya nadie se fijará en nosotros.
Ahora somos recién llegados y nos miran con desprecio
hasta los que llevan aquí cuarenta años
y nada les altera.
Tenemos un aire aturdido y tenaz
que hace reír a las mujeres
y apenas si nos atrevemos a girar la cabeza
por temor a perder el equilibrio.

De aquí en un año, sin embargo, habremos mudado la piel,
llevaremos la ropa con más desenvoltura,
perseguiremos a las chicas
y tendremos que decir palabras duras
sin sentir que nos tiemblan las piernas.
Será entonces el momento de esperar a los otros,
a los recién llegados con turno de entrar en el juego
formando parte ya para siempre del bando que odiábamos
el momento de intentar formas nuevas
de ganarse el halago con una risotada
en estúpida complicidad,
o tal vez una ruidosa blasfemia de sorpresa.
Y envejeceremos deprisa,
porque nada cansa tanto como lograr
en un solo año todo lo que anhelábamos.
De "La Fábrica" 1959
Versión de Adolfo García Ortega

El coste de los sueños, Carmen Lomana

"No me quiero casar. Si me casase sería con un hombre del que estuviese muy enamorada, guapísimo, forradísimo, que me diese algo que no tengo, como un avión privado". Carmen Lomana.

HAY QUE JODERSE...

La tipa lo suelta así, como si nada, como si lo que estuviese diciendo fuera un pensamiento únicamente de ella, como si el sueño de las demás fuese acabar con un cocainómano, gandúl, maltratador y feo. Supongo que los sueños también se compran, que existen determinados sueños que algunos no podemos permitirnos, porque tendríamos que estirar demasiado de los ahorros de realidad e hipotecar nuestra cordura.

Pero el gesto es de por sí horrible, un recochineo, una forma asquerosa de recordar públicamente que ella no tiene por qué conformarse con un trabajo de mierda, una vida de restricciones constantes y un sueño límite de una hipoteca pagada y un marido fiel.

Se puede ser rico de muchas maneras, sin necesidad de hacer ostentación de la vacuidad y la frivolidad. He visto vagabundos pidiendo en las aceras con una sonrisa pintada en su boca mellada de yonki. He visto vagabundos con muchísma más clase que esta "señora".

Jódase, Carmen Lomana, hay virtudes que ni siquiera los más ricos pueden comprar.

África GRITA

Las amenazas de Gadafi a los países mediterráneos; Mubarak y  las revueltas que se sucedieron en Egipto; el polémico twitter de Bisbal acerca de su "brillante" comentario sobre las pirámedes; los números de muertos en Japón; la puesta en duda de la energía nuclear; el romance de Shakira y Piqué; los curas pederastas... Son muchos temas. Muchos temas que copan las pantallas, que nos acosan. Vayamos donde vayamos, alguien habla de ellos. Parece, como dice Santiago Alba, que es cierto que tenemos dirigida nuestra forma de pensar. Quien más, quien menos, pero, al fin y al cabo, somos unos borregos.

Y lo malo es que todo esto nos está tapando una realidad crucial. Estamos viviendo, posiblemente, el principio de lo que dentro de unos cincuenta años se estudie en los libros de historia. El conato de un hito, en nuestro presente, frente a nuestros ojos. Lo pasamos por alto, como si no mereciese la pena comentarlo, como si la vida sentimental del dorsal tres del Barcelona fuese más importante.

Señores, África se está despertando. 

Por fin. Después de años y años de esclavitud, unos de esclavitud oficial, otros de esclavitud desde la sombra, los africanos están rompiendo sus cadenas. Seguramente lo hayan hecho con los dientes, y sangren. Sangrarán más, no lo niego ni me alegro. Pero está despertando. Están aprendiendo la fuerza de la mayoría unida, se están desprendiendo del lastre del eterno esclavo, mordiendo los eslabones que los subyugaba aún a las manos de los blancos: sus propios dirigentes. África tensa los músculos, aprieta la mandíbula y grita. Grita que no desea la religión en el poder; grita que quiere democracia; grita que necesita líderes con principios; grita por la libertad.

Mientras, Europa se caga en los pantalones porque su niño mimado ha dado una pataleta. "Voy a bombardear el Mediterráneo, encima con las armas que vosotros mismos fabricais, gilipollas" nos amenaza. Y todos nos cubrimos la cabeza con los brazos, por si acaso cae una bomba en el jardín. La televisión nos advierte que debemos tener miedo. Nosotros obedecemos, tenemos miedo. El miedo nos nubla la visión de todo lo demás.

No nos confundamos. Estos pueblos están dando al resto del mundo una lección de humanidad, desde la desesperación e infravida que llevan, desde la sangre y las muertes, siguen en pie, gritando. El efecto dominó ha empezado, será lento, pero será. Y, cuando nuestros nietos dentro de cuarenta años nos pregunten, yo no quiero decirles a los míos que no me di cuenta de lo que ocurría porque el mítico Piqué había publicado en su Facebook una foto de un beso con una tal Shakira.

No. Yo quiero contarles que lo vi, que me preocupé, que sufrí, que me emocioné y aplaudí. Quiero contarles que la África que ellos conocen no se parecía a la África que yo conocí antes de mis veintiséis años. Quiero contarles cómo empezó, las raices, y adornarlas con bellas historias de aquellos visionarios de los que mis padres y mis abuelos me hablaron en su día; de Mandela, de Gandhi, de Martin Luther King...

Y, sí. También les diré que imaginé a Ernesto Guevara sonriendo desde la tumba, al presenciar a un grupo de borregos convertirse en gatos salvajes. Ya saben, ésos que prefieren morir atropellados en el asfalto gris de la carretera a vivir encerrados bajo la sordidez de los muros infranqueables de la casa de su amo.

-Ana Rossetti-

Es tan adorable introducirme
en su lecho, y que mi mano viajera
descanse, entre sus piernas, descuidada,
y al desenvainar la columna tersa
-su cimera encarnada y jugosa
tendrá el sabor de las fresas, picante-
presenciar la inesperada expresión
de su anatomía que no sabe usar,
mostrarle el sonrosado engarce
al indeciso dedo, mientras en pérfidas
y precisas dosis se le administra audacia.
Es adorable pervertir
a un muchacho, extraerle del vientre
virginal esa rugiente ternura
tan parecida al estertor final
de un agonizante, que es imposible
no irlo matando mientras eyacula

jueves, 17 de marzo de 2011

La razón de Ahmadineyah

Ana Pastor estuvo soberbia en la entrevista, eligió las preguntas más afiladas y, por ello, obtuvo respuestas controvertidas y profundas.

Ahmadineyah hizo algunos comentarios sobre los que merece la pena reflexionar: ¿Quién vendió las armas a Libia para que Gadafi bombardeara a su propio pueblo? Los dictadores africanos que han subyugado a la población en los últimos cincuenta años, ¿por quién están apoyados?

Pensemos unos instantes y hagamos examen de conciencia... ¿No es una puta ironía que el mismo primer mundo que juzga ahora los acontecimientos que se están sucediendo en África sea el que ha estado fabricando y vendiendo armas y respaldando a una panda de hijos de puta a cambio de unos litros de petróleo?  ¿No es una puta ironía que occidente, cuando las cosas empiezan a oler a podrido, se cambie de chaqueta, mire para otro lado y finja una solidaridad que nunca ha tenido? Somos nosotros mismos quienes les costeamos sus palacios, sus oros y sus centenares de mujeres. Somos nosotros mismos los que comerciamos con dictadores, les permitimos que campen a sus anchas, incluso sonreímos al verlos pasear en sus lujosos descapotables.

Somos nosotros mismos.

A los países occidentales nos interesa lo que ocurre en el resto del mundo si peligra la cantidad de monedas en nuestro bolsillo. Que se desata una guerra, malo, oiga. Vaya a darle a los negros y moros éstos por querer explotar sus propias riquezas después del desastre... ¡O, peor aún, vayan a arrasarlo todo, incluidas sus riquezas! Es entonces cuando nos hacemos eco de la noticia, lo publicamos en los medios, nos ponemos la careta de buena gente, nos llevamos las manos a la boca abierta y hacemos el papelón frente al televisor, a la hora del Telediario. Eso hacemos, nos vestimos con la más asquerosa de las hipocresías. Sin embargo, a nadie parece interesarle lo que pase con los africanos mientras nos dejen chuparles los recursos a cambio de millones y millones de euros. Sus dicatores, nuestros más fieles aliados económicos.

Seamos honestos y realistas. Ahmadineyah tenía su razón.

Si los rebeldes libios, en vez de estar arremetiendo contra los seguidores de Gadafi, estuviesen bombardeando directamente los pozos de petróleo, no habría plan de intervención que debatir o considerar, ni desde la ONU ni desde la OTAN ni desde ninguna otra jodida organización. Llevan cuatro semanas de conflicto... hace tres que Gadafi ya hubiese muerto.

Entre la tragedia y el drama

"Es un mito y una excusa que los hombres nos hayamos impuesto por la fuerza (...) hemos ganado porque hemos sido mejores: más listos y más inteligentes, más generosos, más valientes.Si las mujeres han fracasado y viven hoy en una situación que a muchas parece disgustarles es porque no han sabido hacerlo mejor; porque no han sido tan inteligentes"  Salvador Sostres.

Es una puta ironía que, mientras los puristas facistoides se lleven las manos a la cabeza por Torrente 4, Salvador Sostres  siga manteniendo su puesto en los medios de comunicación.

La realidad de España nos da una hostia cada vez que escuchamos a este individuo hilvanando palabras, entonándolas con la autoridad de quien indiscutiblemente lleva la razón. Nosotros, los ciudadanos de a pie, nos quedamos perplejos en el mientras tanto, y nos preguntamos cómo es posible que haya 4,5 millones de parados y él no sea uno de ellos.

Un señor capaz de decir "una mujer es su cuerpo" debería estar pudriéndose en la cola del paro, igual que estamos muchos, en vez de ser recompensado por polemizar con basura barata que no se sustenta más que en idioteces.

Lo que ha hecho que tristemente tenga que dedicarle unas líneas es uno de sus artículos. Entre la tragedia y el drama, se llama la "afortunada" entrada de su blog. Es fácil de resumir -suele ocurrir cuando no existe a lo que sacar jugo-:
  • La catástrofe de Japón es una tragedia, dado que al ser una de las potencias económicas mundiales, nos afecta a todos.
  • La catástrofe de Haití fue sólo un drama, porque los haitianos son pobres y, en realidad, a los demás nos importa un carajo si los pobres se mueren, que no hay nada que rascarles, claro.
Debe de estar este hombre muy próximo a Dios. Seguro que sí, que por eso juzga y pondera con tanta ligereza 316.000 muertos.

3 1 6 . 0 0 0 MUERTOS

Valorar vidas en función de la fuerza política y económica de una sociedad  NO es una verdad que todos callan porque es políticamente incorrecta. No, no se ha atrevido a decir lo que nadie se atreve a decir. No, no es usted  un valiente. Valorar vidas en función de la fuerza política y económica de una sociedad es una tragedia, que usted se crea con la legitimidad para hacerlo es un drama.

Por supuesto, aparte de los pocos que nos interesamos por estos estrepitosos escándalos, los que van de intelectuales -ésos que abogan por la iglesia, la abstinencia, la virtuosidad de la mujer y el aquelarre de modernas tendencias que mantienen- se dedican a dirigir sus dardos envenenados contra la nueva película de Santiago Segura. Colegas, posiblemente, de Salvador Sostres -o, mucho peor, admiradores-, gastan su tiempo en insultar Torrente 4.

Que, digo yo, un hombre que comenta "la auténtica cosa esta casi, casi virginal, de estas, de estas vagina que aún no huelen a ácido úrico, que están limpias, que tienen ese olor a santidad ¡a santidad!", refiriéndose a niñas de quince y dieciséis años delante de un grupo visitante de colegio, encarna perfectamente la personalidad del protagonista de Segura. Fijo que el director no lo ha pensado bien. Sostres no tiene papel que aprenderse, es el Torrente real de España.

Así pues, no se preocupe usted, Salvador, que si alguno de estos días conseguimos que lo expulsen definitivamente de los medios, siempre puede rogar para participar en la próxima entrega de la saga. Convencida estoy de que, sin esforzarse, consigue mucho más que un cameo.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Enfant terrible

cada mañana la vida
se sube a un cajón
acaricia la soga
traga saliva
desciende del cajón
se concede otro día

-versos prestados, Enfant Terrible-

Banksy

"Cualquier pared o publicidad existente en la plaza pública que te obliga a mirarla, que no te da la oportunidad de escoger o no verla, es tuya. Te pertenece, ya que es parte de tu campo visual, y puedes hacer lo que quieras con ella." Banksy


Graffiteros que van de irreverentes antisistema hay muchos. Chavales jóvenes, ropa ancha, bote de spray en mano y firmita en la pared.

De éstos los tenemos a porrones, en todas las ciudades, en todas las esquinas. ¡Qué bonito! decimos cuando pasamos junto algún nombre graffiteado en colores estridentes. Ya está. Sólo es bonito.



Pero Banksy no puede incluirse en el grupo.Banksy es un activista, original y genuino. Lucha, combate, ataca. No hace cualquier garabato vistoso en la pared. Banksy adorna el mundo con sus protestas, nos provoca la reflexión e inquieta nuestras adormecidas mentes. Se ha colado en algunos de los mejores museos del mundo, ha ironizado con sus dibujos las fronteras de países en guerra, ha transgredido todas las normas, está en busca y captura por la ley... 

Y Banksy continúa, yendo de un lado a otro, dejándonos boquiabiertos, escondido de las cámaras, pintando en las paredes de la calle y en las paredes de nuestra conciencia, donde nunca se borra nada.

martes, 15 de marzo de 2011

Presentación

Mis palabras eran sordas, no se escuchaban entre ellas ni se aportaban significado alguno.
Sus oídos fueron unos necios que entendieron mis palabras.