miércoles, 23 de marzo de 2011

De color, sí, pero de color NEGRO

Mi novio no es de color, ni tampoco moreno. Morena soy yo, sobre todo en verano. Mi novio es NEGRO. Un negro de toda la vida. NEGRO. Yo lo llamo negro y él me da un beso con sus labios de negro. A mi ex compañero de piso yo lo llamaba MORO. Le decía: "Mira el moro éste", y él se reía. Porque era evidente que, viviendo con un NEGRO -al que me follaba- y un MORO, no podía haber connotaciones racistas en ninguna de mis expresiones. Sería de imbéciles pensar eso. 

Mi madre, además, no es una médica. Que no dudo yo que la mujer medica a sus pacientes, es una profesional como la copa de un pino. Pero mi madre es MÉDICO. O. Igual que yo no fui una adolescentA y mi hermano un adolescentO cinco años antes que yo. Tampoco el vecino del al lado es un taxistO. 

Lo que hay montado en Libia no es un conflicto armado. Conflicto es lo que yo tengo con el armario cada vez que salgo por la noche. Aún el armario no me ha lanzado ninguna bomba, no, al menos, una que de la que yo me haya dado cuenta. Así pues, lo de Libia es una GUERRA. Y no va a ser menos guerra por suavizarlo llamándolo conflicto armado.

Una zona de exclusión aérea no significa que unos amables señores rodeen un precioso cachito de cielo con lacitos rosas. Una zona de exclusión aérea es que un grupo de mandamasés ha decidido pegarle petardazos a todo aquel que sobrevuele un territorio, sin importarles que los que conduzcan los aviones sean los que están provocando una GUERRA o unos pobres enviados a los que les han jodido la vida a través de unas órdenes arbitrarias.

 Daños colaterales no quiere decir que el bien absoluto que han ido a hacer unas cuantas personas se ha visto levemente manchado por algunos fallos; significa que en una maniobra han matado a no sé cuántos inocentes que no tenían nada que ver. 

El famoso ERE -Expediente de Regulación de Empleo- no se efectúa cuando los directores de las empresas deciden regular los papeles de sus trabajadores inmigrantes -NEGROS O MOROS- un día que se despierten de buen humor y con la honestidad rondándoles la cabeza. No. Un ERE, por más que nos pese, se suscede cuando dichos directores despiden a gran parte de su plantilla de trabajadores. 

Podemos ponernos a lanzar eufemismos a diestro y siniestro. Podemos dejar de llamar a las cosas por su nombre. Y podemos fingir que está de puta madre usar un lenguaje políticamente correcto. Pero, de todos modos, le demos las vueltas que le demos, el mundo va a ser el mismo y la realidad va a ser la misma. 

Mi novio seguirá siendo negro y habrá racismo, lo llamen negro o marrón oscuro. Mi excompañero de piso es moro, y habrá gente que lo odie sólo porque no entiendan su religión, aunque lo llamasen musulmán. Mi madre, es y será un médico. Mi vecino es taxista. Lo de Libia es una guerra muy vergonzosa y matar a los pilotos de los aviones no es un daño colateral, es una putada para ellos y para sus familias. Y hay casi cinco millones de parados en España debido a que la economía capitalista tiene fallos por todos lados y nos ha tocado la peor parte.

Estamos hasta involucionando en la lengua con esta tontería del lenguaje "correcto". Vamos a entendernos, señores. Hablemos con propiedad, que parecemos subnormales.

2 comentarios:

  1. Qué razón. Recuerdo una discusión con un amigo en la que me dijo que la palabra "negro" era ofensiva para los negros. Que lo más educado era llamarles "personas de color". Yo, claro, le respondí: "¿pero de qué color?"

    Tu entrada me ha recordado ESTO, por cierto.

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  2. jajajajajajajajja me encanta el sarcasmo del Tote!!!
    Dile a tu amigo que si a mo novio lo llamara moreno se descojonaría en su cara. Es más racista disfrazar negro tras "de color" porque denota una intención subyacende de ver a la raza negra como algo negativo que se necesita disfrazar.
    Llevo toda mi vida llamando a los negros negros y todavía ni uno me ha mirado con mala cara.

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