sábado, 26 de marzo de 2011

¡Con la Iglesia hemos topado!


 Cuando leí la "noticia", no daba crédito..

"PROFANAN"

Joder, ¡qué miedo! Parecía que el mismísimo Lucifer iba a aparecer de un momento a otro para arrancar cabezas de cuajo o empujar a los pecadores al infierno. Da grima, las cosas como son.

"LA DEPRAVACIÓN Y EL MAL GUSTO" sigue...

Supongo que para los ultracatólicos depravación es enseñar las tetas. Sí, eso parece. Para mí depravación es que estos individuos no den la cara con la palabra depravación tatuada en los labios y en letra mayúscula cuando se da un caso de pederastia en las filas clérigas. Pero, claro, como todo, cuestión de opiniones...

El caso es que se ha armado un follón por una gilipollez. En plena revolución africana y hay gente que se preocupa por nimiedades -como yo, sin ir más lejos-. Continué leyendo y llegué a la parte de "cuenta que dos de las gamberras, ya sin ropa, «hicieron alarde de su tendencia homosexual»."

Ahí ya sí que me entró el pánico. Ojo a cómo se une de un modo subyacente la homosexualidad con el gamberrismo. Por descontado, una afirmación semejante NO ES EN ABSOLUTO UNA DEPRAVACIÓN. Dios nos libre de los gays y lesbianas, Amén.

Pero, sin lugar a dudas, lo que me corroyó por dentro fue lo que sigue: "Esto es un atentado contra la libertad religiosa, un sacrilegio". A mí, cada vez que se habla de libertad religiosa me entra una especie de escalofrío. De por sí, el término es contradictorio. Cada vez que un fiel a una religión pronuncia libertad religiosa, en realidad se refiere sólo y exclusivamente a su religión. Si ponen una mezquita en no sé dónde, es que los moros nos están conquistando y se niegan a integrarse. ¡Putos moros! Pero si unas lesbianas enseñan las tetas, es un atentado contra la libertad religiosa.

No, señores, NO.

Respeto todas las religiones, cada cual que crea lo que le dé la gana y le haga feliz. Sin embargo, dentro de la educación, no cabe ninguna creencia religiosa. Muy bien que la mora lleve el burka a clase, el cristiano la cruz en el pecho y el budista, si quiere, una túnica naranja butanero. Igual que me parece DE OBLIGADO CUMPLIMIENTO que ninguna atea pise una Iglesia con un escote hasta el ombligo y ninguna católica pise una mezquita sin velo. Si te adentras en un espacio religioso, hay que acatar las normas. Por respeto, no por religión.

Pero un espacio dedicado a la educación no es un espacio religioso. Es un espacio para la educación. Acotar parte de sus dimensiones para la religión se traduce en una invasión. Porque la educación debe ser siempre laica, aconfesional. Siempre. Sin excepciones. Los organismos responsables no deben permitir la incursión de la religión en la educación. De hacerlo, se ligan dos términos muy muy peligrosos cuando van de la mano: Creencias y Cultura.

El poder de las religiones y el monopolio de la cultura han sido los que ha creado las sociedades más manipulables y débiles. Históricamente ha sido así, es un hecho innegable. La enseñanza tendría que ser universal, una enseñanza abierta e imparcial, donde cualquiera que entrase disfrutase de un lugar y un sitio.

Una capilla en una universidad -pública o privada, da lo mismo. Tampoco en colegios- es un gesto discriminatorio. O bien se incluyen lugares de oración de todas las religiones, para conseguir una representación de cada una de ellas, o se extirpa de una maldita vez este coletazo de involución social. Incluir una sí y otras no es una exclusión. Lo miren por donde lo miren.

Pero claro, válgame el cielo si a los moros les diese por construir una mini mezquita en la Complutense. Apaga y vámonos. Primero desembarcan en España, nos quitan espacio vital y luego pretenden rezar a nuestro lado.

Se armaría la de Siria -o Libia, o Egipto, o Jerusalén-.

Ya sé lo que me van a decir algunos. Que mi cultura es católica, que la cantidad de católicos en España es mayor. Vale, bueno, ¿y qué? Avanzamos hacia la multiculturalidad, es un camino que no tiene retroceso. Desde que el hombre es hombre ha viajado, ha emigrado, ha mezlcado razas, religiones y culturas. Véase, por ejemplo, como en la África Subsahariana los mitos ancestrales se difuminan con las religiones coloniales. No podemos seguir dando la espalda a una necesidad social: la religión apartada del estado y la educación para conseguir un mundo de menos guerras. A nosotros, por lo general, nos parece de puta madre la interacción de religiones siempre que sea la nuestra la que exportamos. No ponemos pegas cuando las monjitas y los curitas van a África, porque van a ayudar, por supuesto. MENTIRA. Van a exportar un modelo religioso, van a conquistar el mundo, crean allí escuelas donde les enseñan en qué Dios creer. Lo peor de todo es que lo hacen bajo la máscara de la SOLIDARIDAD. Si fuesen realmente solidarios, ayudarían sin exigir un compromiso religioso de trasfondo. La solidaridad, el altruismo, no es un proceso interactivo. Es generoso, no pide nada a cambio -no debería-.

Hace poco, un amigo me dijo que mis vacaciones -de navidad, semana santa, días festivos- iban por el calendario católico, que ahí estribaba una prueba fehaciente de que no puedo negar mis raices. Aprovecho para contestarle que se equivoca. Esas fechas fueron aceptadas durante el Concilio de Nicea, cuando el cristianismo se legitimó y dejo de ser perseguido. Eran fechas paganas que continuaron en la nueva religión con el fin de no descontentar a la población. Otra pureba más de que la religión, lejos de una simple creencia, también ha sido una importantísima herramienta política.

Si enlazamos religión y educación, si criamos a las generaciones dentro de ese concepto, la religión siempre se podrá usar como excusa para guerras, como argumento para un ataque, como símbolo de algo que está amenazado y que se debe defender. Por eso está así Jerusalén, por eso exite también Hamas, por eso ocurrió el Holocausto nazi, por eso se comprende en pequeños círculos, poco cultos y muy engañados, la misión divina de Al-Qaeda. Los líderes de estas facciones saben perfectamente que sus actos no tienen que ver con la religión; pero los que los apoyan, el pueblo que sufre, sigue y cree en ellos detrás, lo desconocen. Su razón sin razón es la religión, algo contra lo que no es posible luchar, algo intangible. LA FE.

No existe nada tan peligroso y más invencible como un enemigo etéreo.

Cuidado con la religión y el fundamentalismo. Cuidado con los extremismos. Cuidado incluso con las nimias manifestaciones de ello.

La depravación alcanza su punto más álgido cuando se excluye a otros en nombre de Dios -el que sea-.

3 comentarios:

  1. Apunte: POR FAVOR, LEAN LOS COMENTARIOS http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=8630

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  2. "Una capilla en una universidad -pública o privada, da lo mismo. Tampoco en colegios- es un gesto discriminatorio. O bien se incluyen lugares de oración de todas las religiones, para conseguir una representación de cada una de ellas, o se extirpa de una maldita vez este coletazo de involución social. Incluir una sí y otras no es una exclusión. Lo miren por donde lo miren."

    ¿Dirías lo mismo sobre el reparto de salas para asociaciones?. ¿Te parecería bien que les dieran tantas salas a asociaciones estudiantiles de la derecha como tienen las de izquierda?

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  3. Por supuesto. Esto no tiene que ver con derecha o izquierda. Esto no es una cuestión política -o sí- pero no al menos en la apariencia. Esto es religión. Las asociaciones, sean de derechas o de izquierdas, son necesarias y un pilar fundamental de la juventud: la unión por unos derechos y/o inquietudes compartidos por el grupo.
    No entiendo bien tu pregunta... No sé qué tiene que ver o cómo lo relacionas

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